Tus historias de pesca

Todo pescador tiene una historia que contar. Y si bien no tiene mucha fama esta reputación nuestra, llegándonos a tildar de mentirosos y de magnificar la verdad, aquí no es donde eso se juzgara. ¿Qué historia tienes para contarnos?

Puedes contarnos ya sea la experiencia de sacar un pez fuera de lo común, el día mas atípico de pesca que has tenido en tu vida, o toda aquella cosa que te haya sucedido que creas que debe ser contada.

ANÍMATE!

INICIO

5 Comentarios »

  1. Mi historia de pesca (que parecerá propagandista) fue la de sacar la tararira más grande de mi vida (unos 60 centímetros) en un pequeño canal de mi ciudad natal (el canal de la escuela 20), mediante el detector de pique. Deje la caña en el piso con el mismo, y luego de caminar unos metros, siento el ruido del motor eléctrico. Corro, y la caña estaba prácticamente en el agua. Luego de una prolongada lucha, logre traer el pez a tierra.

    Me gusta

  2. una vez yo fui a pescar a un arrollito cuando tenia 6 años,estuvimos 4 horas sin pescar nada,hasta que derrepente mi papá dice te piqa hijo,fui a sacarla la linea (de fondo),pero no pude,fue mi papá y entre los dos sacamos una hermosa carpa de 3 kilos!!Ese fue el pescado mas grande que he sacado en toda mi vida!soy un loco por la pesca y no dudaría en decir si aunque me inviten a pescar mojarritas!!!jaja

    Me gusta

  3. Una tarde primaveral estaba oscuresiendo y decidimos desanclar el vote Para volver gareteando hasta la orilla a MAs o menos 60 metros clavo un pejerrey de 1 kilo 300 gramos no lo medimos pero era MAs largo que mi antebraso fue Una pelea muy linda q iso el peje pero lo. Venci fueel peje MAs Grande q saque en la Laguna de Las perdises! Vallan la recomiendo hay tarariras muy grandes tambien! Saludos y Buena pesca!

    Me gusta

  4. LA BATALLA CAMPAL
    El ambiente es inhóspito. La batalla campal no tiene tregua. El cielo se nubla y es inminente la tempestad.
    Ellos, todos, en contra de mí. Un ejército bien entrenado y actuando como una sola mente con el único objetivo de vencerme a cualquier precio.
    Yo trato de anticiparme y adivinar sus movimientos. Medito y actúo acorde a mi experiencia con acciones frías y movimientos estratégicos. Observo detenidamente mi entorno y busco siempre cualquier rasgo de debilidad para lanzar mis golpes más contundentes y avanzar hacia mi éxito; sin embargo, la lluvia no cesa y tampoco lo hará el valiente espíritu guerrero de mis cabales enemigos.
    Reúno a mi equipo y trato de utilizar mis mejores herramientas, ¡lanzo otro feroz golpe y nada! Mi contraparte casi puede adivinar mis pensamientos.
    Pasan las horas y nadie se da por vencido. Todo el campo es rodeado por un silencio sepulcral, apenas se escucha el viento que toca mi faz y susurra incertidumbre en mis oídos haciéndome titiritar, entre el frío de esta mañana invernal y el miedo a la derrota.
    El espíritu del ejército y el mío son los que en este momento se enfrentan en esta guerra fría. Cada bando está agazapado en su trinchera y con la vista aguda esperando cualquier acción del contrincante.
    Observo con cautela y vigilo el movimiento de mi flotador y mi caña, pero todo es inútil, los peces no picarán hoy, pero mis sangriento deseo de pescar continuará incólume hasta el próximo fin de semana.
    FIN

    Me gusta

Deja un comentario