Uno va de pesca a buscar mas que peces. Va en busca de tranquilidad, de distensión, de encontrarse con seres queridos y pasar una buena jornada. El problema comienza cuando acude aquel «pescador» que nunca falta y pone música a todo volumen; hace un surco de basura a su paso; saca un pez y se lo lleva a pesar de no cumplir la medida o peor, lo deja tirado, sin tomarse el atrevimiento de al menos lanzarlo a su habitad, solo porque no es de su agrado; se ubica en un sector y lejos de lanzar perpendicular a su posición lanza para cualquier lado, y si lo enganchamos o nos engancha dice que es nuestra culpa o piensa que por el simple hecho de llegar primero, si es que así lo hizo, se convierte en dueño de 100 metros de costa mínimo; se embarcan y quedan a pocos metros de la costa y si lanzamos cerca de ellos se enojan; si pescan mucho y les preguntamos cual es el secreto o nos acercamos a su posición para lanzar desde allí nos miran con mala cara o nos meten cualquier verso pero si pasa a la inversa muchas veces colaboramos con la causa y cuando los encontramos en la ciudad o nos enteramos de sus capturas, resulta que sacaron cientos cuando nosotros los vimos sacar muchos menos y si nos dejamos llevar por sus dichos, nos creemos los peores pescadores del mundo. Por todo esto, y mucho mas, cuando vaya de pesca siempre sea respetuoso con el lugar y los que están en el, y tómese el atrevimiento de contar la verdad, para que ademas no haya gente que tomando todo eso como cierto, se ilusione con ese sitio de pesca y después se lleve una sorpresa. No hagamos de un deporte excepcional que puede generar días únicos una pesadilla. Colaboremos entre todos… NO CUESTA NADA!

Adm PD.w.com

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