Cuando DIARIOJUNIO publicó la semana pasada un informe sobre la depredación en la zona de exclusión de Salto Grande, donde según denunciaba a este medio el guía de pesca Héctor Bradanini, los furtivistas sacaban con redes uno 400 kilos de dorado por noche, pescando directamente en la zona protegida, nos preguntábamos a modo de reflexión ¿Cómo es posible que la Prefectura no los detecte? Dado que el jefe de la Prefectura Salto Grande no atendió a DIARIOJUNIO tras insistentes llamados, nos encargamos de buscar explicaciones en el propio curriculum vitae del prefecto Daniel Bonifacini, y encontramos una posible razón. Tal como lo probamos en el informe que puede leerse en este link: http://www.diariojunio.com.ar/noticias.php?ed=1&di=0&no=51757 , el oficial de prefectura especializado en la agrupación Albatros, es aficionado a la caza de animales mayores. En base a esto, sugerimos que la razón por la que Bonifacini permitía la pesca furtiva en la zona protegida que estaba a su cargo, podía ser motivada por una sensación de empatía con los predadores. Pero a poco de publicada la noticia, comenzaron a surgir nuevas puntas de investigación: Personal de Prefectura, marineros y suboficiales, que pidieron la reserva de su identidad para preservar su empleo, pero que aportaron pruebas que convalidan sus dichos, denunciaron ante nuestros cronistas que; “Bonifacini les cobra a los pescadores para liberarles la zona, y a los marineros nos manda a hacer guardia aguas abajo, nos dice que volvamos a tal hora entonces queda liberada la zona de exclusión”.

“Si alguien le dice que no sabe nada en Salto Grande le está mintiendo, porque todo el mundo sabe lo que pasa” dijo el primero de los entrevistados, un joven marinero que asegura que “es imposible que el segundo jefe no lo sepa, es imposible que no lo sepa alguien, porque los vemos pescando siempre, están ahí, vemos cuando entran los pescados, cuando hacen los agasajos, lo que pasa es que en la fuerza se respeta más la subordinación a los rangos que a las leyes”
El joven habla y los ojos se le pierden en el horizonte, como cuando se recuerdan imágenes, acontecimientos. Indignado cuenta que “hay tipos a los que no los podemos tocar, salimos a la guardia y ya se sabe que hay que dejarlos pescar nomás, porque está arreglado, te vas dando cuenta porque los detenés una vez, dos veces y no pasa nada, lo ves que se va nomás y sigue pescando y te empiezan a mandar para otra zona, solamente se secuestra las redes pero ninguno de mis compañeros ha visto alguna vez que se destruyeran las redes, y los tipos tienen las redes cada vez más largas”
Este marinero, que es quien ofreció una fotografía tomada a escondidas con un teléfono celular durante un procedimiento, afirma además que; “este de la foto es el ruso, le dicen así pero es uruguayo, aunque tiene doble nacionalidad, es también nacionalizado argentino, y el tipo pesca en la zona protegida, con redes, y tiene antecedentes incluso, pero no pasa nada, en ese procedimiento lo enganchamos con cerca de 80 dorados, de 10, 12 o a lo sumo 15kg, y vino el jefe de Inteligencia que es Mariano Aguirre, con la orden de que lo largáramos nomás porque supuestamente colaboraba con él aportándole información sobre los otros pescadores furtivos, ahí. Aguirre se hizo dejar 40 dorados, los más grandes que había en el bote y lo tuvimos que llevar hasta la base de la prefectura, supuestamente era un secuestro pero no se hizo ningún acta de eso, sino que se los deja en unos freezers que hay en el pañol, y queda a disposición de los jefes, o de los generales, que vienen de vacaciones a la casita”
Según este uniformado, “el problema es que detrás de cada uno de nosotros hay una familia, entonces yo no puedo denunciarlos con mi nombre porque te echan, te dan de baja enseguida, no podes hacer nada, si los denuncias con un superior, el superior le avisa que lo denunciaste, se cubren entre ellos y nunca llega eso a la cúpula”

Mas info: http://www.diariojunio.com.ar/noticias.php?ed=1&di=0&no=51819

INICIO