Una persona que no va de pesca se pregunta «¿Qué le ven a ir pescar?», y desde su punto de vista la pregunta es válida. Qué tiene de interesante estar en un muelle o costa tal vez por mucho tiempo, si el pique es esquivo y más aún si le agregamos otros aditamentos, como soberbias quemaduras, mosquitos, tábanos, frío, calor, estar bajo la lluvia entre otras inclemencias. Pues bien, si es una locura, ¿acaso no tienen razón?

Alguien dijo una vez: -«A un pescador, solo lo entiende otro pescador» y si, es así. El hombre que tiene esa caña en la mano ya no es un hombre, es un niño, alimentado por la esperanza. Esa esperanza que anula el tiempo, que hace lo interminable para algunos, un tiempo demasiado corto para nosotros.

Más de una vez hemos estado en un bote o lancha por 12 horas o pescando de costa y cuando el sol cae nos preguntamos, «¿Ya está?». Inconformables del todo, cuando no pescamos nada queremos revancha, pero cuando nos pescamos todo, queremos volver al otro día para repetir esa jornada. Eso es la pesca, esa vuelta a la niñez, a la esperanza, que la vida cotidiana, muchas veces nos quita. Ese mirar la boyita, aguardando que se hunda. Esa maravillosa sacada de nylon, para ver la explosión de un pez al tensar la línea. La elección de esa mosca, luego de pasar tiempo observando que está comiendo la trucha; la elección del señuelo tras probar de todo tipo y ver que uno funciona mas que otro solo por ser de otro color. Eso es la pesca, la sencillez. Simplemente eso. El recuerdo inconsciente de esa primera pesca con nuestro viejo, el brillo en los ojos de nuestro hijo al ser parte de esa salida en la que se siente importantísimo por semejante tarea, mientras nosotros silenciosamente explotamos de orgullo de verlo haciendo lo que nos apasiona. La salida entre amigos, y tantos otros escenarios que todos nosotros guardamos en nuestras retinas y nuestro corazón.

Es por eso que la pesca es maravillosa. Lo simple en la vida, siempre es lo más lindo. Y volver a ser un niño, aunque sea por un rato. Lo es, para los que me preguntan…

«Tirar una línea al agua es como hacer una pregunta. Quizás haya algo abajo tuyo aunque no puedas verlo.» JEREMY WADE

INICIO